Seminario

Creciendo entre Adoquines

Es una propuesta artística y comunitaria concebida para fortalecer la cohesión vecinal en Navarrete del Río y, al mismo tiempo, dotar al pueblo de una instalación duradera que preserve su memoria colectiva. El proyecto se diseñó con varios objetivos: asegurar la participación activa de los habitantes, generar pertenencia, crear un atractivo cultural, acercar procesos creativos a personas mayores y familias, y establecer vínculos previos al festival que favorecieran una convivencia fluida.

La iniciativa comenzó con un sencillo cuestionario que permitió recoger recuerdos de infancia, historias familiares, canciones y vivencias locales. A partir de ese material, se acompañó a cada participante en un proceso de selección que desembocó en una frase, un sentimiento y finalmente una palabra significativa. Con ella elaboraron, mediante técnicas de arenado sobre piedra, su propio adoquín. Tras conocer el funcionamiento de la maquinaria y trabajar con calma y precisión, cada persona vio aparecer su palabra en la superficie mate de la piedra seleccionada.

Una vez finalizados los adoquines, recorrimos el pueblo para decidir la ubicación de cada uno, permitiendo que las historias emergieran de nuevo al situarlas en su contexto. El proyecto se documentó con grabaciones, un mapa online y códigos QR instalados en las calles, facilitando el acceso a los testimonios y a la localización de cada pieza. La experiencia culminó con un recorrido guiado durante el festival, donde vecinas y vecinos compartieron públicamente el sentido profundo de sus palabras.

Gracias a la Plataforma MAR, este proyecto sigue creciendo entre los adoquines de Navarrete (Teruel), fortaleciendo identidad, memoria y comunidad.

Noemí Calvo

Se define a sí misma como fabricante de ideas. De madre peluquera y padre calvo, dice que la guasa con su nombre viene de lejos, de ahí que se haga llamar Noemí Calvo con pelo.

Pinta murales, diseña logos y carteles, hace collages, transforma patios de colegios, inventa juguetes y, cuando saca un rato, llena de coloridas pegatinas los lugares más insospechados de su pueblo. Trabaja con cualquier material que se le ponga por delante: papeles, piedras, madera, hojas, espaguetis, incluso peladuras de naranja. Cambian los materiales, pero nunca la herramienta: siempre lleva encima unas tijeras. Recicla, reutiliza y rejuega. La naturaleza y los procesos lentos le apasionan, así como los juegos de palabras, la imaginación, el juego y la creatividad. Considera estas herramientas sus vecinas, a las que siempre pide sal si se le acaba.

Estudió Escultura y Bellas Artes y ahora está formándose en Escultura aplicada al espectáculo. Como autónoma, hace malabares entre ser madre, ir a clase y su trabajo impartiendo talleres creativos con distintas temáticas. También lleva a cabo proyectos y construcciones de espacios de juego en entornos escolares. Colabora con la PAI (Promotora de Acción Infantil). Y ha ilustrado dos cuentos: Dhor el compostador, y Cuidadín y Gastón.

Desde 2021 forma parte de la Plataforma MAR – Mujeres Artistas Rurales con la que ha desarrollado talleres, espacios de juego e intervenciones comunitarias.